
Nace en Cardonal (Edo. Aragua) en 1780
Muere en el Campo de Carabobo (Edo. Carabobo) el 24.6.1821
Muere en el Campo de Carabobo (Edo. Carabobo) el 24.6.1821
Oficial del ejército de Venezuela (general de división) de destacada participación en la Guerra de Independencia. Fueron sus padres Manuel Antonio Cedeño y Juana Hernández. Se desconocen la fecha y lugar exactos de su nacimiento. Los datos más fidedignos al respecto, señalan que nació en Cardonal, Mata de Herrera, junto al río Los Aceites, jurisdicción de Chaguaramas, al oriente del estado Guárico, en un hato que perteneció al gran latifundista del siglo XVIII, Juan Manuel de Herrera. Siendo aún un niño, fue llevado por su padre a Maturín y luego al hato La Escudilla, cercano a Caicara del Orinoco.
Muy temprano se incorpora a nuestra gesta independentista, combatiendo en los pelotones de Santiago Mariño, José Félix Ribas y José Francisco Bermúdez. Junto a Vicente Campo Elías derrota a José Tomás Boves en Mosquitero (14.10.1813). En términos generales, Cedeño estuvo presente en todas las batallas que ocurrieron entre 1813 y 1817;así como en la resistencia republicana en Oriente. Asimismo, tomó parte en los triunfos republicanos de San Diego de Cabrutica, Las Raíces, Quebrada Honda, El Tigre, Cuchivero (1816). El 17 de julio de 1817 entra con el general José Francisco Bermúdez en Angostura, una vez evacuada la plaza por los realistas. Por orden de Bolívar apresa a Manuel Piar en Aragua de Maturín y lo remite a Angostura, donde será juzgado por un tribunal militar.
En 1818 acompaña al Libertador en la Campaña del Centro y con él triunfa en Calabozo (12 de Febrero); pero es derrotado en la Laguna de los Patos (20 de mayo). Durante los preparativos de la campaña de Carabobo (24.6.1821) fue jefe de la segunda división del Ejército y uno de los artífices del triunfo. En esta batalla, donde fue derrotado el ejército español en Venezuela, Cedeño es ultimado de un balazo en la cabeza al empeñarse en rendir al batallón primero de Valencey (último escuadrón español) cuando esta unidad se retiraba en cuadro. Al informar el Libertador al Congreso de la Gran Colombia sobre el triunfo en Carabobo, se refirió al general Cedeño en los siguientes términos: «... La República ha perdido en el general Cedeño un gran apoyo en paz o en guerra: ninguno más valiente que él, ninguno más obediente al gobierno. Yo recomiendo las cenizas de este general al Congreso Soberano para que se le tributen los honores de un triunfo solemne... » Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde el 16 de diciembre de 1942.
No era de noble familia; sus padres y un hermano mayor que la constituian, no gozaron de mayor importancia política, ni en tiempo de los españoles, ni cuando se fundó la República; pertenecian al gremio de los agricultores, que fué tambien la profesion del prócer hasta el dia en que dejó el cayado para empuñarla temible lanza.
Habiendo recibido una educacion enteramente campestre, sin que por eso se prescindiera de enseñarlo a leer, escribir, contar i las primeras nociones de la religion de la colonia, que era la católica, Cedeño era duro para toda especie de fatigas, "sin que el cansancio llegara jamas a dominar su naturaleza,"como decia el conde Ligni de Bayardo.
Dado desde su infancia, como el prodigioso Páez, a la vida de llanura, era para él igual rezar un "Padre nuestro " al despuntar la aurora, que hacer a pié diez leguas de camino en el dia; echarse en un charco que atravesar un rio cerrentoso; montar en una bestia domesticada, que en un toro bravió en el desierto.
Pocos hombres fueron mas animosos que aquel apureño, especie de árabe incansable que, a escepcion de Dios cuyos fallos temia, se reia de la muerte i de los muertos; de las iras de la naturaleza i del furor desencadenado de los hombres.
I cosa rara, aquel ciudadano inconmovible en el peligro i arrojado en el combate, tenia condiciones de espíritu poco comunes en esta especie de caudillos, semidioses del valor.
Era humilde como pocos;
Leal como un perro;
Obediente como el mas ínfimo soldado;
Magnánimo hasta el estremo de poner en libertad a los asesinos que caian en sus manos. " Matar en la batalla lo mas que se pueda, decia, es cosa buena, fuera de la batalla es mui feo;" i
Jeneroso, hasta el punto de dar a sus amigos i a sus soldados lo que necesitaba para sí mismo.
Jamas pidió ascensos, i si subió, debido a su heroismo proverbial, pues que en aquellos tiempos, siendo todo formal i grave, no se improvisaban precillas ni charreteras, desde simple soldado al grado de Jeneral, fué en recompensa de sus servicios i por espontánea voluntad de sus Jefes.
Véase si no esto:
El 17 de marzo de 1814, dia en que tuvo lugar la segunda batalla de San Mateo, ántes de trabarse el combate, una caballería de Bóves pretendió, dando un movimiento de flanco, tomar una altura a fin de ponerse de retaguardia de una division de infantería patriota.
El Libertador, viendo que este paso era peligroso a sus armas, llamó a Cedeño, que entónces era Teniente Coronel, i le dijo :
Los patriotas perdieron en este lance treinta jinetes, los realistas el doble i Cedeño el caballo que montaba.
Vuelto donde Bolívar, le dijo :
- " La órden de Vuesencia está cumplida.
- " I pi do, ademas, que Vuesencia me tenga siempre a su lado.
- " Convenido. I de hoi en adelante tendrá usted en el ejército el grado de Coronel efectivo."
En la batalla que se libró el dia anotado, como en la que tuvo lugar el 20 del mismo mes, Cedeño hizo estragos con su trabuco i su lanza, mereciendo del Libertador los mas altos encomios.
Pero no se crea que las hazañas de este guerrero, bravo entre los bravos, datan de la fecha que se ha anotado, no. Cuando se sucedieron los primeros movimientos revolucionarios de Caracas en el año de 10, Cedeño, que tuvo conocimiento de lo ocurrido i que comprendió que la hora de dar en tierra con elfeudalismo habia llegado, sin que nada pudiera detener ni apagar el entusiasmo de los patriotas que querian poner a los pueblos a la sombra de la bandera de la libertad, abandonó sus pampas i con la decision de un hombre de fe marchó a la ciudad citada i se enroló en las filas republicanas.
Siendo por educacion un elemento de su vida su caballo, cuando se abrió la campaña tomó servicio en esta Erma, " sintiéndose mas brioso montado que a pié, con lanza que con arma de fuego."
Al lado de Miranda peleó contra las huestes de Monteverde a fines de 1811 i principios de 1812, uniéndose enseguida con Bolívar en Curazao, de donde pasó a la Nueva Granada, asistiendo a las batallas de Tenerife, Mompos, Ocaña i Cúcuta, en las cuales acabó de fundar su reputacion de esforzado.
Pasando luego a Venezuela el año de 13, se vió victorioso en Maturin, Niquitao, Horcones, Taguanes i Mirador de Solano, aterrando a Bóves por su arrojo el 14 de octubre en la jornada de Mosquitero.
Gallardo como pocos en Barquisimeto i Araure, su nombre se hizo popular, llenando de gloria a los suyos i de terror a sus enemigos.
Al lado del Jeneral Mariño se batió gloriosamente el 16 de abril del año de 14 en la batalla de Arao, i siendo derrotado, pudo salvar de la persecucion la parte de su caballería que no habia quedado en el campo.
Igual cosa hizo en Magueyes, peleando brazo a brazo conBóves, yéndose al frente de él vencido, sin que los realistas se atrevieran a seguirlo.
Perdida por el Jeneral Rívas, el 11 de diciembre, la segunda batalla de Maturin, i con ella la última esperanza de salvacion de la República, Cedeño, en vez de salir de Venezuela como lo hicieron muchos patriotas, se fué a las márjenes del Orinoco i puso allí, en compañía de Monágas, mil trescientos hombres, resuelto a lanzarse sobre Angostura.
Desgraciadamente esta fuerza estaba mal armada, i el 22 de mayo de 1815 fué atacada por el Coronel Gorrin con dos mil soldados veteranos, que lograron vencerla despues de siete horas de horrible combate.
Perdido entónces el héroe, en vez de amilanarse ante la série de desgracias de que habian sido víctimas los defensores de la Patria, se fué a las pampas del Tigre con cincuenta jinetes, llevando la firme resolucion de batallar basta la muerte.
Aquellas comarcas, estensas i solitarias, eran por su topografia i situacion, el punto mas a propósito para hacer la guerra de partidas; campaña que armonizaba mucho con los conocimientos militares i carácter de Cedeño, pues este tremendo adalid tenia mucha sutileza, conocia las estratagemas, era entendido en todo lo relativo a los pequeños pormenores de la guerra, i se distinguia, como Dusain, en las escaramuzas, los ataques repentinos i las retiradas difíciles.
Colocado en estas posiciones, hostilizó permanentemente, durante el año de 16, a los realistas, causándoles grandes pérdidas.
Del mes de marzo al de octubre, dió a sus enemigos veintisiete combates, obteniendo la victoria en casi todos.
Por lo jeneral estaba siempre con su tropa a caballo, a fin de no dejarse sorprender, dormia poco i tuvo ocasiones de pasar dos dias sin tomar otro alimento que el agua.
En cuanto a su vestido i el de sus soldados, no teniendo de donde sacar telas para cubrirse, ni quien se las enviara, se arropaban con cueros de res frescos i los despojos de los muertos en los combates.
Debido a su resignacion para soportar estas fatigas i al heroismo con que procedia, en el trascurso de ocho meses logró elevar su pié de fuerza, de cincuenta jinetes, a mil dos-cientos, armados con las armas de sus adversarios, tomadas fusil por fusil i lanza por lanza.
Con esta tropa, a que se puso por nombre " Lanceros de Tigre," se, unió a fines de noviembre con el indómito Piar, combinando la empresa de apoderarse de la alta i baja Guayana.
Dando cima a este pensamiento, Cedeño tomó la vanguardia, i atacando audazmente el 31 de diciembre al Jefe español Figuerald en sus posiciones del rio Caura, lo derrotó abriendo paso a Piar para seguir a Angostura.
En la espléndida batalla del Juncal ejecutó proezas dignas del Cid; golpes de audacia que repitió luego al lado de Bolívar i Páez en Calabozo i Oriza.
En 1818 estuvo espléndico en las acciones del Sombrero, el Negro, Enea i Ortiz, venciéndolo Moráles en los Patos el 13 de mayo; hallazgo que consideró este Jefe como una de sus mayores glorias, pues que Cedeño se batió con terrible denuedo, retirándose del campo despues de haber perdido las tres cuartas partes de sus soldados.
Elevado al grado de Jeneral de brigada por su comportamiento en las acciones de Cañafístolo i Cantaura, se le nombró Jefe del ejército de Oriente, i con paso seguro condujo esta division a la victoria en 1819, dando la batalla de San Rafael de Orituco.
Este triunfo, i el obtenido en San Cárlos poco despues, fueron sus ultimas glorias. Elejido por el Libertador para mandar la segunda division que en la segunda batalla de Carabobo debia dar la libertad a Venezuela, despues de haber hecho estragos en las filas enemigas con su lanza poderosísima i la tropa que comandaba, se arrojó solo sobre el batallon realista Valencei, que se retiraba del campo en buen órden, como batallon veterano, i al instante en que iba a romper el cuadro que esta jente habia hecho para evitarse el ser alanceada, una bala le dió en la frente i cayó muerto.
La fuerza vencedora sintió profundamente el desaparecimiento de este hombre que, sobre ser su mejor amigo, era uno de los mas intrépidos de sus Jefes. Bolívar, por su parte, al ver el cadáver de Cedeño, prorumpió en llanto i dijo: " Con unos pocos hombres de esta fuerza de voluntad i de esta intrepidez, hubiera ido yo como Napoleon a las Termópilas."
El héroe de Apure no tuvo, pues, la felicidad de ver libre a su Patria, pero murió contento porque su espíritu republicano vislumbraba cercano el dia de la completa rejeneracion de la América esclavizada.
No era de noble familia; sus padres y un hermano mayor que la constituian, no gozaron de mayor importancia política, ni en tiempo de los españoles, ni cuando se fundó la República; pertenecian al gremio de los agricultores, que fué tambien la profesion del prócer hasta el dia en que dejó el cayado para empuñarla temible lanza.
Habiendo recibido una educacion enteramente campestre, sin que por eso se prescindiera de enseñarlo a leer, escribir, contar i las primeras nociones de la religion de la colonia, que era la católica, Cedeño era duro para toda especie de fatigas, "sin que el cansancio llegara jamas a dominar su naturaleza,"como decia el conde Ligni de Bayardo.
Dado desde su infancia, como el prodigioso Páez, a la vida de llanura, era para él igual rezar un "Padre nuestro " al despuntar la aurora, que hacer a pié diez leguas de camino en el dia; echarse en un charco que atravesar un rio cerrentoso; montar en una bestia domesticada, que en un toro bravió en el desierto.
Pocos hombres fueron mas animosos que aquel apureño, especie de árabe incansable que, a escepcion de Dios cuyos fallos temia, se reia de la muerte i de los muertos; de las iras de la naturaleza i del furor desencadenado de los hombres.
I cosa rara, aquel ciudadano inconmovible en el peligro i arrojado en el combate, tenia condiciones de espíritu poco comunes en esta especie de caudillos, semidioses del valor.
Era humilde como pocos;
Leal como un perro;
Obediente como el mas ínfimo soldado;
Magnánimo hasta el estremo de poner en libertad a los asesinos que caian en sus manos. " Matar en la batalla lo mas que se pueda, decia, es cosa buena, fuera de la batalla es mui feo;" i
Jeneroso, hasta el punto de dar a sus amigos i a sus soldados lo que necesitaba para sí mismo.
Jamas pidió ascensos, i si subió, debido a su heroismo proverbial, pues que en aquellos tiempos, siendo todo formal i grave, no se improvisaban precillas ni charreteras, desde simple soldado al grado de Jeneral, fué en recompensa de sus servicios i por espontánea voluntad de sus Jefes.
Véase si no esto:
El 17 de marzo de 1814, dia en que tuvo lugar la segunda batalla de San Mateo, ántes de trabarse el combate, una caballería de Bóves pretendió, dando un movimiento de flanco, tomar una altura a fin de ponerse de retaguardia de una division de infantería patriota.
El Libertador, viendo que este paso era peligroso a sus armas, llamó a Cedeño, que entónces era Teniente Coronel, i le dijo :
- " Ve usted, Cedeño, aquella caballería?
- " La veo.
- " Es enemiga ?
- " Enemiga.
- " A donde juzga que se dirije ?
- " A tomar el cerro de la derecha.
- " Eso no nos convendria. Vaya usted i arrójela sobre sus trincheras."
Los patriotas perdieron en este lance treinta jinetes, los realistas el doble i Cedeño el caballo que montaba.
Vuelto donde Bolívar, le dijo :
- " La órden de Vuesencia está cumplida.
- " Lo he visto. Que quiere usted en recompensa de la accion heróica que acaba de ejecutar ?
- " Yo...... nada, mi general.
- " Cómo ? Pida usted algo, Cedeño.
- " Pido que se me dé para continuar la pelea el mejor caballo.
- " I pi do, ademas, que Vuesencia me tenga siempre a su lado.
- " Convenido. I de hoi en adelante tendrá usted en el ejército el grado de Coronel efectivo."
En la batalla que se libró el dia anotado, como en la que tuvo lugar el 20 del mismo mes, Cedeño hizo estragos con su trabuco i su lanza, mereciendo del Libertador los mas altos encomios.
Pero no se crea que las hazañas de este guerrero, bravo entre los bravos, datan de la fecha que se ha anotado, no. Cuando se sucedieron los primeros movimientos revolucionarios de Caracas en el año de 10, Cedeño, que tuvo conocimiento de lo ocurrido i que comprendió que la hora de dar en tierra con elfeudalismo habia llegado, sin que nada pudiera detener ni apagar el entusiasmo de los patriotas que querian poner a los pueblos a la sombra de la bandera de la libertad, abandonó sus pampas i con la decision de un hombre de fe marchó a la ciudad citada i se enroló en las filas republicanas.
Siendo por educacion un elemento de su vida su caballo, cuando se abrió la campaña tomó servicio en esta Erma, " sintiéndose mas brioso montado que a pié, con lanza que con arma de fuego."
Al lado de Miranda peleó contra las huestes de Monteverde a fines de 1811 i principios de 1812, uniéndose enseguida con Bolívar en Curazao, de donde pasó a la Nueva Granada, asistiendo a las batallas de Tenerife, Mompos, Ocaña i Cúcuta, en las cuales acabó de fundar su reputacion de esforzado.
Pasando luego a Venezuela el año de 13, se vió victorioso en Maturin, Niquitao, Horcones, Taguanes i Mirador de Solano, aterrando a Bóves por su arrojo el 14 de octubre en la jornada de Mosquitero.
Gallardo como pocos en Barquisimeto i Araure, su nombre se hizo popular, llenando de gloria a los suyos i de terror a sus enemigos.
Al lado del Jeneral Mariño se batió gloriosamente el 16 de abril del año de 14 en la batalla de Arao, i siendo derrotado, pudo salvar de la persecucion la parte de su caballería que no habia quedado en el campo.
Igual cosa hizo en Magueyes, peleando brazo a brazo conBóves, yéndose al frente de él vencido, sin que los realistas se atrevieran a seguirlo.
Perdida por el Jeneral Rívas, el 11 de diciembre, la segunda batalla de Maturin, i con ella la última esperanza de salvacion de la República, Cedeño, en vez de salir de Venezuela como lo hicieron muchos patriotas, se fué a las márjenes del Orinoco i puso allí, en compañía de Monágas, mil trescientos hombres, resuelto a lanzarse sobre Angostura.
Desgraciadamente esta fuerza estaba mal armada, i el 22 de mayo de 1815 fué atacada por el Coronel Gorrin con dos mil soldados veteranos, que lograron vencerla despues de siete horas de horrible combate.
Perdido entónces el héroe, en vez de amilanarse ante la série de desgracias de que habian sido víctimas los defensores de la Patria, se fué a las pampas del Tigre con cincuenta jinetes, llevando la firme resolucion de batallar basta la muerte.
Aquellas comarcas, estensas i solitarias, eran por su topografia i situacion, el punto mas a propósito para hacer la guerra de partidas; campaña que armonizaba mucho con los conocimientos militares i carácter de Cedeño, pues este tremendo adalid tenia mucha sutileza, conocia las estratagemas, era entendido en todo lo relativo a los pequeños pormenores de la guerra, i se distinguia, como Dusain, en las escaramuzas, los ataques repentinos i las retiradas difíciles.
Colocado en estas posiciones, hostilizó permanentemente, durante el año de 16, a los realistas, causándoles grandes pérdidas.
Del mes de marzo al de octubre, dió a sus enemigos veintisiete combates, obteniendo la victoria en casi todos.
Por lo jeneral estaba siempre con su tropa a caballo, a fin de no dejarse sorprender, dormia poco i tuvo ocasiones de pasar dos dias sin tomar otro alimento que el agua.
En cuanto a su vestido i el de sus soldados, no teniendo de donde sacar telas para cubrirse, ni quien se las enviara, se arropaban con cueros de res frescos i los despojos de los muertos en los combates.
Debido a su resignacion para soportar estas fatigas i al heroismo con que procedia, en el trascurso de ocho meses logró elevar su pié de fuerza, de cincuenta jinetes, a mil dos-cientos, armados con las armas de sus adversarios, tomadas fusil por fusil i lanza por lanza.
Con esta tropa, a que se puso por nombre " Lanceros de Tigre," se, unió a fines de noviembre con el indómito Piar, combinando la empresa de apoderarse de la alta i baja Guayana.
Dando cima a este pensamiento, Cedeño tomó la vanguardia, i atacando audazmente el 31 de diciembre al Jefe español Figuerald en sus posiciones del rio Caura, lo derrotó abriendo paso a Piar para seguir a Angostura.
En la espléndida batalla del Juncal ejecutó proezas dignas del Cid; golpes de audacia que repitió luego al lado de Bolívar i Páez en Calabozo i Oriza.
En 1818 estuvo espléndico en las acciones del Sombrero, el Negro, Enea i Ortiz, venciéndolo Moráles en los Patos el 13 de mayo; hallazgo que consideró este Jefe como una de sus mayores glorias, pues que Cedeño se batió con terrible denuedo, retirándose del campo despues de haber perdido las tres cuartas partes de sus soldados.
Elevado al grado de Jeneral de brigada por su comportamiento en las acciones de Cañafístolo i Cantaura, se le nombró Jefe del ejército de Oriente, i con paso seguro condujo esta division a la victoria en 1819, dando la batalla de San Rafael de Orituco.
Este triunfo, i el obtenido en San Cárlos poco despues, fueron sus ultimas glorias. Elejido por el Libertador para mandar la segunda division que en la segunda batalla de Carabobo debia dar la libertad a Venezuela, despues de haber hecho estragos en las filas enemigas con su lanza poderosísima i la tropa que comandaba, se arrojó solo sobre el batallon realista Valencei, que se retiraba del campo en buen órden, como batallon veterano, i al instante en que iba a romper el cuadro que esta jente habia hecho para evitarse el ser alanceada, una bala le dió en la frente i cayó muerto.
La fuerza vencedora sintió profundamente el desaparecimiento de este hombre que, sobre ser su mejor amigo, era uno de los mas intrépidos de sus Jefes. Bolívar, por su parte, al ver el cadáver de Cedeño, prorumpió en llanto i dijo: " Con unos pocos hombres de esta fuerza de voluntad i de esta intrepidez, hubiera ido yo como Napoleon a las Termópilas."
El héroe de Apure no tuvo, pues, la felicidad de ver libre a su Patria, pero murió contento porque su espíritu republicano vislumbraba cercano el dia de la completa rejeneracion de la América esclavizada.